martes, 10 de marzo de 2015

EL MEDAN


                El “medan” era una fiesta, una muy buena fiesta que organizaba una familia, normalmente en beneficio de una  pareja recién casada o necesitada de algo, generalmente animales, para lo cual los participantes de la fiesta se comprometían  o  entregaban el presente en la fiesta.
                Supongamos un matrimonio recién casados, la gran mayoría de estos matrimonios eran muy jóvenes incluso menores de edad entre 14 y 16 años, muchas veces se casaban con “las patas y el buche”, nada mas,  generalmente alguno de los padres le asignaban un acre de tierra y allí tenían que levantar casa  y procurar su subsistencia con siembras y  animales domésticos, pero como lo hacia una familia que se había casado sin nada, con una mano por delante y otra por detrás, entonces se recurría a  mingas y medanes,  era la forma como la comunidad ayudaba a estos matrimonios a seguir adelante, pero la minga era un trabajo comunitario de tal forma que quien se beneficiaba de una minga estaba obligado a retribuir a la comunidad con su trabajo para cuando otro miembro de ella necesitara de una. Una minga de tejuela, una minga de levantamiento de casa, una minga de techadura, podría significar para una familia de escasos recursos tener una casita nueva sin haber gastado un peso en construcción. En cambio el “medan” (me – dan)  el matrimonio beneficiado  recibía “como obsequio” el producto y el en retribución  hacia una fiesta digna del pago por el producto, pero como se supone que el medio no tenia los medios, generalmente quienes organizaban este medan eran los padres  o los padrinos quienes invitaban a una fiesta de “medan”. Por ej. Un “medan de cordero” (me dan un cordero) esta fiesta se podía realizar en cualquier fecha, se entiende que en este caso, el matrimonio beneficiado n o tiene ninguna oveja, ni medios para comprar, entonces los que se invitan a la fiesta son aquellos que pueden donar un cordero o borrega, el que será entregado en Octubre independiente de cuando haya sido la fiesta, a no ser que en el momento la familia invitada tenga un cordero disponible. Generalmente para un medan de cordero se invitaba a la pareja, es decir el matrimonio, pero también podían juntarse dos personas que quisieran ir a la fiesta  y se ponían con un cordero y listo.
                Lo mas común era un medan de cordero, pero también habían de cerdos, de gallinas, de patos de gansos, incluso de vaquillas, se entiende que si b bien la fiesta era buena, mucho mayor era el gesto solidario y de buena voluntad de los vecinos que querían y estaban dispuesto a tender una mano a quien lo necesitaba. Evidentemente la fiesta no pagaba en nada el valor del regalo, era mas bien el incentivo que permitía a las familias estén más dispuestas a ayudar  al necesitado. Un día de fiesta, con buena comida, buena chicha  y todos los amigos reunidos, bien vale un cordero para la próxima parición. No tuve la oportunidad de presenciar un medan de vaquillas, pero por la información que me daban, esta era una fiesta que duraba tres días, bien comida y bien regada. Mientras que un medan de gallinas o pavos, podían organizarlo solo las mujeres en un día de comadreo y pasarlo bien contando sus penas y alegrías.
                Hay que considerar que estamos hablando de muchos años atrás,  cuando no existía la  música en la radio ni la TV, y para escuchar música había que ir a una de estas fiestas a escuchar algún cantor de la comunidad,  todavía no se habían inventado las vacaciones , ni las discos , ninguna de las formas de distracción que hoy conocemos,  por lo que una invitación a una fiesta era algo que se apreciaba,  ya sea una minga, un medan, un malón, un reitimiento o un remate de novena, era un privilegio ser invitado, y era casi una ofensa si no participabas, por lo que el precio que había que pagar no estaba en discusión en ninguno de estos casos. Todos solo se consideraban obras de caridad y una necesaria distracción y esparcimiento ayudando a los vecinos.
           


EL YOCO

            
El yoco si bien es cierto es el resultado de un reitimiento, no tiene nada que ver el uno con el otro, aunque sean congruentes.
Es decir, mientras el reitimiento corresponde a una faena campesina, a un trabajo especifico, el faenamiento de un cerdo, el “yoco”, producto del reitimiento corresponde exclusivamente a una “función social”, a una fraternidad entre parientes, comunidad o familiares.
Se han hecho estudios en Chiloé  en donde algunas comunidades mantenían un sistema de “yoco comunitario” en donde una serie de vecinos de un sector o comunidad, celebraban una fiesta religiosa, un “santo” o una “fiesta patronal” y para ello destinaban un cerdo que se hacia todo yoco y este yoco se hacia llegar a todas las familias de esa comunidad, ricos o pobres. Parientes o conocidos, amigos o enemistados, todos recibían su yoco, y de este modo todas las familias, por lo menos una vez al mes podían comer carne y productos ricos en proteínas derivados de esta, pues era seguro que unas vez al mes al menos recibirían un yoco de alguien, esto era tremendamente importante para las familias de extrema pobreza, pues no solo ayudaba a su sustento sino que muchas veces este yoco era un poquito mas grande para ellos, cuando se podía y así podían asegurar su subsistencia. Aparentemente este sistema lo organizaron los jesuitas mas de 400 años atrás, de tal modo que para junio por ej.: se celebraba san Juan (24 de junio) entonces quien hacia “yoco” era Dn. Juan Barría  y esta familia Barría seguía celebrando por siempre san Juan, mantenían el nombre de generación en generación y siempre entonces se celebraba san Juan en la familia Barría, ellos organizaban la novena  con el fiscal de la comunidad y el día de san Juan se hacia el remate con yoco y si una familia no llegaba, sin importar la razón. Se le hacia llegar su yoco igual, con los vecinos que participaban del la novena o se enviaba a un emisario especialmente para que entregue el yoco.
            En junio le tocaba el turno a la Sra. Carmen Mansilla, quien por supuesto organizaba la fiesta y novena de Ntra. Sra. Del Carmen (16 de julio), en Agosto le llagaba el turno a Dn. Ramón Andrade (san. Ramón 30 de agosto) y así sucesivamente  mes a mes se buscaba un santo apropiado y se asignaba a una familia para que lo celebre año a año.
            Mas tarde por diferentes razones esta costumbre se fue perdiendo, y se dejaron de celebrar los santos con sus respectivos yoco, pero el yoco se mantuvo entre parientes y amigos cercanos, así cada familia se esmeraba en engordar un cerdo, `para una vez al año hacer un yoco con sus mas cercanos, así las familias mas queridas siempre recibían muchos yoco, quien  no esperaba un yoco  de sus padres, de un tío querido, de sus padrinos, de su vecino amigo, de un hermano- y así como algunos salían de estos yoco otros entraban generando un circulo y manteniendo la tradición, aunque solo sea en la parte del reitimiento y yoco, para ir dejando de a apoco de lado el  sentido religioso de fraternidad y caridad cristiana con los mas necesitados. Así cada cual se esmeraba dentro de sus posibilidades en engordar su cerdito, para invitar también él con un yoco a sus seres queridos, a sus mejores amigos.
            También dentro de este esquema se celebraron las fiestas patronales o religiosas por lo que no era raro que un yoco este relacionado con un santo, un san José, san Juan, san Antonio, las Carmen, las tránsitos, Sta. Marta, Sta. Cecilia o Sta. Ana y tantos otros  que la familia o comunidad celebraba, muchos de estos santos fueron adquiridos por las mismas familias y depositados en las capillas donde esta  misma familia velaba por su mantención, de donde mas tarde se derivaron las patronas de Santos. Que hoy persisten en las comunidades rurales.
            Hay que considerar que estamos hablando de otros tiempos, en que el dinero no lo era todo. Cuando los vecinos compartían y se ayudaban mutuamente. Cuando se pedían o intercambiaban días de trabajo, se  prestaban una taza de azúcar o un plato de harina, cuando se iba al molino y se dejaba la “ molienda” , cuando se buscaba a la vecina para un día de trabajo en la huerta y se le pagaba  con azúcar, yerba, pan, carne, papas y cuanto esta vecina mas necesitada pudiera necesitar.  Cuando  no era necesario ir al pueblo especialmente por un poco de azúcar o un litro de agua, cuando nuestra existencia no dependía del supermercado.
            El yoco en este esquema representaba un gran signo de unidad, de cariño, de amistad, de respeto, de solidaridad. En resumen de “profunda humanidad”, un buen yoco, no era un plato como muchos creen, era un canasto que contenía sopaipillas saladas y dulces, chicharrones, milcaos  fritos, tragua o cuero de chancho, prietas de coles,(no de sangre) carne fresca, y en algunas zonas también se incluía pan, este variaba entre pan con chicharrones, pan de sangre condimentado, o pan blanco normal.
            Resumiendo, el yoco  entonces se desprendía del reitimiento, pero el reitimiento  es la faena, el trabajo con el cerdo el buscar el mejor  aprovechamiento de los productos y subproductos del faenado del cerdo, mientras que el yoco  es el gesto de regalar, de convidar parte de esta faena agrícola  a un familiar, a un amigo o a alguna persona necesitada, cosa que era normal ayudar al necesitado, ahora somos todos independientes, no necesitamos a nadie, no conocemos a una familia necesitada, todos aparentan tener, y el yoco solo paso a ser un plato de comida que se vende en una fiesta típica o folklórica.

UN REITIMIENTO


UN REITIMIENTO
Es bueno dejar por asentado que un reitimiento no es lo mismo que un yoco, aunque ambos sean equivalentes, congruentes y colaterales.
Partamos por el principio, lo primero que necesitamos es un chanchito de año y medio, mas menos, puesto al chiquero como en octubre, para que este listo para el reitimiento  en el invierno siguiente, julio o agosto debería ser la fecha indicada, ahora si va a ser todo yoco, entonces la fecha  indicada es la noche de san Juan, en junio o para un  San Luis, Guillermo, Enrique o Rosendo. ¿Por qué reitimiento?, porque lo que se réite o derrite, es la manteca del cerdo, bueno y desde allí salen los chicharrones, la manteca o grasa del cerdo, para los que ven cocina internacional podríamos decir que esto es básicamente el reitimiento del cerdo,  pero para llegar a esto hay un largo proceso, pensemos que el animalito con sus 8 meses en el chiquero, podría llegar a pesar fácilmente 150 kilos y mucho mas, entonces esta no es faena para una sola persona, entonces el dueño de casa necesita ayuda, para lo cual “invita” a sus vecinos, familiares o amigos a un “reitimiento”, no paga para realizar un trabajo, invita a algo bueno, un reitimiento, agradable, divertido, gratificante, aunque tenga harto trabajo, los invitados comienzan el trabajo con la matanza del animal, por supuesto antes ya se tomo mate, ahora cada cosa va dando origen a otra, por eso al sacrificarse el porcino,  se le recoge la sangre en un tiesto bien limpio, pues con ella se harán las prietas, luego viene el quemado, en lo posible con ramas de quila o coleo, para que quede bueno y parejito en su quemado, una vez tostadito el cutis del chancho y bien limpio con abundante agua, esta lita la tragua o chagua para el primer “dámele gusto”, esta se saca en tiras y ojo que estas tiras  marcaran el porte de las lonjas para los chicharrones, junto con  esto viene el vaciado de los interiores, esto hay que tratarlos con mucho cuidado, con las tripas o intestinos se hacen las prietas, pero también hay que seleccionar  trozos del intestino, para el queso de cabeza, la longaniza y dejar aparte el librillo para el queso de vaca.
Ya con los interiores seleccionados, viene el primer causeo, para la familia y los invitados. Corazón, hígado, pana, gofe (pulmones) y todo lo que pueda ser comible va a la olla, con su buena porción de chalota y su par de cacho de cabra, acompañado de papas mayo o enterradas,  este causeo es como para levantar a los dioses, acá ya la faena sacó chicha,  así es que desde aquí en adelante es pura alegría.
Ahora viene el despostado del animal, primero sacamos la gordura con “malicia” para los chicharrones y luego se va despostando pieza a pieza la carne hasta dejar solo la cabeza colgada, mientras tanto las mujeres, sobretodo las mas jovencitas se encargaba del vaciado y lavado de las tripas, solo se sacara antes la “mantilla”, (grasa muy fina y delicada que se adhiere al intestino permitiendo un delicado acomodo en el interior que al sacarse y extenderse parece  un tejido a crochet)ella servirá para el relleno de las prietas, esta se corta en trocitos y se sofríe con la chalota y el ají cacho de cabra, orégano y otros condimentos que le darán todo el sabor a la prieta, la señoras mayores se encargaran del trabajo de las prietas, mientras que los varones se afanan  con los chicharrones, sin abandonar ellas el mate y ellos la chicha. Con las lonjas de grasas se hacen pequeños cubos, luego sal abundante y al caldero de tres patas, ese es el bueno para los chicharrones, la manteca se mide en latas parafineras, ¿Qué es eso? Yo tampoco lo se pero eran unas latas cuadradas que debían contener 15 o 20 kilos de manteca cada una y un reitimiento para que se precie,  debería superar las seis latas.
En pleno reitimiento y como ya es hora de comer de nuevo, mientras se hierven las prietas, y aprovechando la manteca caliente, de los calderos, en uno se cuecen las solapillas salada y dulces que prepararon las chiquillas, las saladas bien esponjosas con maza bien leudadas y las dulces con bicarbonato y huevos y poco leudado, y que quedan para rechuparse los dedos. Junto con esto en el otro caldero de los chicharrones, se colocan trozos de pura carne los que se sacan luego una vez cocidos para que no se endurezcan tanto como los chicharrones, mientras alguna de las damas, raya algunas papitas y con la mayo que sobraron del causeo se hacen los milcaos fritos, todo esto por supuesto se realiza en la cocina a fogón, mientras que en la cocina a leña se hierven las prietas y aprovechando el fuego y la gentileza de las visitas, se hace abundante pan  que se cocina en el horno de la estufa a leña.

Una vez ya terminada la faena, con la noche ya entrada, con el cansancio y la alegría reflejada en el rostro, mas la chichita y el vino acumulado a través de toda la faena, y luego de la cazuela con luche del medio día y  los mates con asado y sopaipillas de las onces,  llega la hora de hacer honor a la familia y a las prietas que cerraran el convite,  y al anuncio de retiro de los invitados, allí la patrona o dueña de casa prepara el ultimo engañito como agasajo a sus invitados, o familiares que lo acompañaron. Una sopaipillas dulce y una salada por persona, supongamos una familia de cuatro personas, entonces son 8 sopaipillas, pero hay que ponerle un pancito también a la vecina,  (¡el pan!), chicharrones por cierto, una buena porción, pero como no va a llevar una prietita, una chiquita (como de kilo), un rollito de tragua, no mejor dos, pero hagámosle al compadre un cariñito con un tarrito de manteca, (tarro de café de aprox. Un kilo) y un trocito de carne fresca (unos dos kilos m/m)  y todo esto acomodado en un canastito (mas bien canastote) toco cubierto con un paño harinero. Esto era el famoso “yoco”, es decir  toda la faena, desde la matanza, pasando por los chicharrones, la manteca,  la longaniza, el queso de cabeza si se alcanzaba, la carne,  separada en pociones y puestas al ahumado, las prietas,  las sopaipillas los chicharrones y el milcao, formaban parte del reitimiento, este podía incluir música en vivo, canto y baile  y todo lo que la familia  se propusiera. Y el yoco era solo este canastito que la dueña de casa preparaba, al momento de retirarse alguno de sus invitados, para que se le lleve a su casa y puedan disfrutarlo con los suyos al día siguiente del reitimiento.    

jueves, 5 de marzo de 2015

LA CULTURA DE LA MADERA

antiguo tornillo de madera usado para exprimir chicha
de manzana
LA CULTURA DE LA MADERA
Se hablan maravillas de los carpinteros chilotes,  y su habilidad adquiere ribetes  heroicos y fantásticos, donde se cruzan el genio, el artista, el arquitecto, el obrero esforzado que sacara adelante la pega de cualquier forma.
Hay que considerar que el chilote ancestral no es el que hoy en día conocemos como habitante de la isla de Chiloé, pero en un principio ellos se reconocían chilotes  por los que habitaban en zonas cercanas a las aguas que ellos mismos conocían como “mar interior”, es decir todo habitante que estuviera cercano al canal de Chacao por el norte (Maullín se consideraba  territorio chilote) hasta el fiordo Quintupeo por el sur se le consideraba chilote. Esto es muy notorio incluso hoy día en argentina, en aquellas ciudades que fueron prácticamente construidas por chilotes, como Bariloche, Neuquén, Ushuaia, Rio gallegos y otras cercanas, se le consideraba chilote a todo aquel trabajador proveniente de esta zona, sin importar si es de Huar, Cochamó, Calbuco, achao o Melinka-
Por ellos todo carpintero de la zona  es un desendiente y un discípulo de  este carpintero chilote que estudio con los jesuitas y dio examen de grado con la construcción de las hermosas iglesias de madera de antaño que hoy son patrimonio de la humanidad.
Pero este chilote era algo mas que un carpintero, su habilidad  innata  le sirvió para realizar una serie de  artefactos o artilugios que hoy aun se conservan y sorprenden al mundo, todavía hoy en día se usa en algunos lugares los “tornillos de madera” para exprimir chicha, este tornillos junto con el “rodezno”  de los molinos y el “candado de madera” chilote, hoy en día se reconocen como grandes artilugios, propios de la cultura de la madera chilota. Pero hay muchísimos mas, desde las famosas embarcaciones como los bongos y las dalcas, o el sacho, (ancla chilota)  la rueda de tronco para carreta, el birloche o biloche, la carretilla de mano, escaleras de un solo tronco, rondanas, husos, hiladoras, aspas. Arado, bandejas, fuentes, agujas y tantas otras cosas que se  hacían simplemente de madera.
Pero indudablemente su mayor expresión lo logra en la construcción de iglesias y viviendas sonde es sobresaliente el uso de tarugos, tejuelas y el labrado de madera, logrando grandes construcciones de madera solo con un hacha.
Prácticamente en cada comunidad hay un carpintero héroe, es cosa de preguntar quien construyo la torre de la iglesia, o quien colocó la cruz en lo alto, para que le cuenten heroicas hazañas y  una serie de cuentos de sus carpinteros famosos. Quien construyó tal  o cual hotel de lujo, o grandes casonas, iglesias desde aquí hasta Argentina, molinos, puentes, construcciones fiscales, etc. Siempre va a haber un carpintero de nuestra tierra involucrado. Pero de verdad estos tipos hicieron maravillas, mas de alguien habrá conocido algún “planchado”, algún molino con alguna toma o represa impresionante, pero por sobretodo se destacan sus fabulosas iglesias, como las que fueron declaradas patrimonio de la Humanidad, pero hay muchísimas mas por todos los rincones de este Chiloé interior que sin ser declaradas patrimonio, no tienen nada que envidiarle a estas.

Pero el mejor ejemplo actual para poder entender esta cultura de la madera chilota, se encuentra el la iglesia parroquial  Santa María de Loreto de Achao, verdadera joya de la arquitectura chilota, erigida por sus carpinteros, que con solo hacha y martillo lograron una verdadera obra de arte de la madera.

UNA PINCOYA ECOLOGICA

UNA PINCOYA  ECOLÓGICA
Pincoya- Mural Esc. de Chacao - Chiloé
            Todos conocemos el mito de la Pincoya, aunque normalmente no reparamos mayormente en ella, pues nos atrae mayormente el morbo de la hermosa muchacha desnuda bailando frente al mar. Pero la razón del mito es el baile, y esto es, “si baila de frente al mar”, tres años de abundancia  y si “baila de espalda al mar” tres años de escases, si solo “se peina en un lugar”, ese lugar no debe tocarse al menos por un año. Para el chilote ancestral no importaba mucho su vestido, si era o no de sargazo, o su peine si era o no de plata, yo diría que todo lo delicado, lo romántico, lo sensual, como su fineza en los objetos que usa, es un lindo detalle aportado por la poesía española, pero nadie parecía reparara en el importante papel ecológico que jugaba este personaje, claro, la ecología tampoco es una ciencia tan antigua, pero la Pincoya la supera con creces.
            Resulta que solo unos años atrás de comenzó a hablar del  “fenómeno del niño” y del “fenómeno de la niña” .el como estas corrientes marinas se acercan o se alejan de la plataforma continental del pacifico y del como nos afectan. Ahora sabemos que si vivimos el fenómeno del niño o de la niña, tendremos ciertas especies a disposición o se desaparecerán otras, tendremos cierta característica atmosférica y la variación de temperatura en el agua podrá hacer que abunde una especie o desaparezca. La duración de estos fenómenos es aproximadamente de tres años, es decir lo mismo que anunciaba la Pincoya, baile frente al mar, fenómeno del niño, tres años de abundancia, aguas mas cálidas, mayor desove, mayor producción, mas fitoplancton, mejor alimentación, mas horas luz, mas horas sol, etc. Es decir la Pincoya ya sabía cientos de años atrás lo del fenómeno del niño o la niña.
Para el fenómeno de la “marea roja” (toxina paralizante en moluscos) en algún sector, entonces “allí se vio a la Pincoya peinándose” por tanto esa área no se puede tocar hasta por lo menos dentro de un año, esta simplemente prohibida para todos, aunque allí haya abundancia de recursos. Si hay un lugar sobreexplotado,  entonces el chilote anunciaba que allí se había visto peinando a la Pincoya, y ese lugar era resguardado y podía recuperar su producción nuevamente, ahora nosotros en vez de `Pincoya tenemos laboratorios y declaramos  “la veda de un producto” o ponemos lugares en cuarentena, o resguardo permanente, pero antes de todo esto la que se encargaba era la Pincoya, seguramente por ello ahora ya no se le ve, ahora hay científicos que hacen su pega, por lo que se habrá tomado una largas vacaciones  con el “Millalonco” y bien merecida que se las tiene, pues por años se  preocupo de la ecología, del justo equilibrio de las corrientes marinas, y de un cuanto hay, para que el hombre pueda explotar el mar.
            Es interesante considerar aquí la tozudez humana, cuando mas se le prohíbe algo, pareciera que con mayor razón lo hacen. De allí la importancia de reparar y respetar el mito en cuestión. Pues lo mitológico se le respeta por su cualidad  sobrehumana, asociada al misterio y la divinidad.

            Sino como se le explica  a los demás, que ciertos mariscos o peces, abunden por unos años y desaparezcan por  otros, o que en algunos sectores existiendo un recurso no se pueda extraer, esta increíble sabiduría,  acumulada por años de observación, vigilancia y experimentación con los recursos del mar y ante la imposibilidad de traducirlo en un “enunciado científico”, se transforma en un mito, que sea fácil de entender y de recordar, entonces nace el ser mitológico que mueve al humano a la obediencia y al respeto por la sabiduría transmitida por los mayores, por sus ancianos,  entonces una Pincoya, una hermosa mujer del mar,(no es una sirena)  baila en las noches de luna, si lo hace de frente al mar, tres años de abundancia, si lo hace de espaldas al mar, tres años de escases, si solo se peina, ese sector debe ser resguardado al menos por un año, nada mas fácil de transmitir, recordar y respetar. Mucho más fácil que explicar lo de las corrientes marinas, los peces pelágicos y abisales, el fitoplancton y el zooplancton, las toxinas y las micro algas, las  vedas y reservas ecológicas y tantas otras cosas y leyes de la ecología moderna.
FOLKLOR EN EL CAMPO

El folklor siempre ha estado ligado  al campo, a lo rural, a las costumbres de los campesinos,  o de los grupos aborígenes ligados a lo rural, aunque hay muchísimo folklor urbano, este difícilmente se reconoce como folclórico, aunque últimamente se esta tomando conciencia de este folklor urbano.
            Ahora dentro del folklor campesino, o rural hay como dos partes,  una que tiene que ver con la faena campesina, la que por situaciones particulares, toma cierta característica en su forma de realizarla y la que con el tiempo y ya superada por la tecnología, se vuelve una muestra  folklórica, ej., “trilla a yegua”, “aserrar a brazo”, etc.  La otra corriente viene de la forma ancestral, la que no varia mucho, pese a la tecnología, esto porque al usar tecnología en un producto ancestral, este producto ya no se reconoce como tal, aunque el resultado seas idéntico, ej.: una “chuchoca de papas” para que sea chuchoca hay que cocerlo adherida a un palo y a las brazas, la misma maza puesta en un horno de piedra para pizas, podría lograr el mismo resultado, pero difícilmente podríamos llamarla chuchoca, de aquí la diferencia ancestral del “curanto al hoyo” y “curanto a la  olla” ,  para muchos el curanto chilote es solo el que se cocina “al hoyo”, el que se cocina a la hoya es un  “pulmay”, aunque el pulmay tiene otro concepto, pero para muchos el curanto a la olla no pasa de ser un pulmay con agregados.
            Hubo un tiempo por allá por los años 60, cuando se produjo una gran emigración  del campo a las ciudades, pero esta migración no solo tenia que ver con un movimiento de personas, sino que además con un recambio de tradiciones campesinas, con un deseo imparable de asimilar costumbres urbanas en nuestros campos, de usar su tecnología,  sus adelantos, sus modas, sus recursos, entonces se usa la cocina a leña, la radio receptora, los zapatos y zapatillas, la mantequilla del pueblo, el pan de pueblo , etc. Muchos abandonan costumbres ancestrales y se reemplaza por costumbres urbanas, desaparece el caldero, por ejemplo, la media de lana, la ojota, la trilladora a brazos, el serruchón y tantos otras cosas que fueron reemplazadas o tomadas de otra fuente, como por ejemplo  la harina tostada,  se dejo de hacer en el campo, ahora la compramos a un molino, pero nunca el campesino a renunciado a la harina tostada.

            Recuerdo que por aquellos años se vivía un desapego muy grande al campo y hubo que inventar formulas para que los campesinos no abandonen la tierra, para valorar no solo su trabajo, sino que vuelvan a apreciar la tierra, sus costumbres y tradiciones, surgen por esa época o toman un lugar protagónico, movimientos y organizaciones,  como la reforma agraria, la CORA,  el INDAP, el INPRU, el IER y tantos otros que quisieron devolverle la dignidad al campesino, yo estuve ligado al IER, instituto de educación rural, una organización de iglesia que se preocupaba de revalorizar las faenas campesinas ancestrales actualizándolas o mejorando algunas condiciones técnicas o higiénicas, es así como se dictaban cursos cortos de ganadería, fruticultura, sanidad animal, poda, telar, teñido de lanas, cestería, mermeladas, conservas, etc. Para ello se visitaban algunos lugares  y se dictaba un curso de acuerdo a lo mas arraigado del lugar,  apicultura, almácigos, huertos caseros, etc. El IER en conjunto con INDAP, comenzaron por esos años  a hacer lo que llamaron los “festivales campesinos”, los que después de un curso o un programa terminado, se hacia un día de campo, donde se mostraba lo aprendido, pero también se mostraban costumbres y tradiciones antiguas, tecnología y maquinaria ya en desuso y sus nuevos reemplazos, todo esto acompañado por música y bailes o representaciones de los mismos participantes, los que en forma jocosa comenzaron a rescatar sus propias tradiciones y mostrarlas a quienes quisieran verlas, este fue el verdadero inicio de lo que hoy son los ya tan populares y conocidas “MUESTRAS COSTUMBRISTAS”  donde quizás la mas antigua y de mejor desarrollo ha sido la  muestra costumbrista de Castro.