Se hablan
maravillas de los carpinteros chilotes,
y su habilidad adquiere ribetes
heroicos y fantásticos, donde se cruzan el genio, el artista, el
arquitecto, el obrero esforzado que sacara adelante la pega de cualquier forma.
Hay que
considerar que el chilote ancestral no es el que hoy en día conocemos como
habitante de la isla de Chiloé, pero en un principio ellos se reconocían
chilotes por los que habitaban en zonas
cercanas a las aguas que ellos mismos conocían como “mar interior”, es decir
todo habitante que estuviera cercano al canal de Chacao por el norte (Maullín
se consideraba territorio chilote) hasta
el fiordo Quintupeo por el sur se le consideraba chilote. Esto es muy notorio
incluso hoy día en argentina, en aquellas ciudades que fueron prácticamente
construidas por chilotes, como Bariloche, Neuquén, Ushuaia, Rio gallegos y
otras cercanas, se le consideraba chilote a todo aquel trabajador proveniente
de esta zona, sin importar si es de Huar, Cochamó, Calbuco, achao o Melinka-
Por ellos
todo carpintero de la zona es un
desendiente y un discípulo de este
carpintero chilote que estudio con los jesuitas y dio examen de grado con la construcción
de las hermosas iglesias de madera de antaño que hoy son patrimonio de la humanidad.
Pero este
chilote era algo mas que un carpintero, su habilidad innata
le sirvió para realizar una serie de
artefactos o artilugios que hoy aun se conservan y sorprenden al mundo,
todavía hoy en día se usa en algunos lugares los “tornillos de madera” para
exprimir chicha, este tornillos junto con el “rodezno” de los molinos y el “candado de madera”
chilote, hoy en día se reconocen como grandes artilugios, propios de la cultura
de la madera chilota. Pero hay muchísimos mas, desde las famosas embarcaciones
como los bongos y las dalcas, o el sacho, (ancla chilota) la rueda de tronco para carreta, el birloche
o biloche, la carretilla de mano, escaleras de un solo tronco, rondanas, husos,
hiladoras, aspas. Arado, bandejas, fuentes, agujas y tantas otras cosas que se hacían simplemente de madera.
Pero
indudablemente su mayor expresión lo logra en la construcción de iglesias y
viviendas sonde es sobresaliente el uso de tarugos, tejuelas y el labrado de
madera, logrando grandes construcciones de madera solo con un hacha.
Prácticamente
en cada comunidad hay un carpintero héroe, es cosa de preguntar quien construyo
la torre de la iglesia, o quien colocó la cruz en lo alto, para que le cuenten
heroicas hazañas y una serie de cuentos
de sus carpinteros famosos. Quien construyó tal
o cual hotel de lujo, o grandes casonas, iglesias desde aquí hasta
Argentina, molinos, puentes, construcciones fiscales, etc. Siempre va a haber
un carpintero de nuestra tierra involucrado. Pero de verdad estos tipos
hicieron maravillas, mas de alguien habrá conocido algún “planchado”, algún
molino con alguna toma o represa impresionante, pero por sobretodo se destacan
sus fabulosas iglesias, como las que fueron declaradas patrimonio de la
Humanidad, pero hay muchísimas mas por todos los rincones de este Chiloé
interior que sin ser declaradas patrimonio, no tienen nada que envidiarle a
estas.
Pero el
mejor ejemplo actual para poder entender esta cultura de la madera chilota, se
encuentra el la iglesia parroquial Santa
María de Loreto de Achao, verdadera joya de la arquitectura chilota, erigida
por sus carpinteros, que con solo hacha y martillo lograron una verdadera obra
de arte de la madera.
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