domingo, 30 de noviembre de 2008
DE MAREA EN MAREA
ETELVINO AGUILA OJEDA
Hace un par de años atrás escribí un articulo, para El Insular de Chiloe, mientas se atravesaba por una difícil crisis de marea roja, hoy que me encuentro en Calbuco y que los tiempos han cambiado y aunque vivimos otras circunstancias , me doy cuenta que este articulo sigue teniendo vigencia y tanto allá como acá , la situación es la misma, y si hoy la marea roja esta asumida, no esta controlada, pero además agregamos nuevos problemas, como el virus ISA y el cierre de las pesquerías y en cualquier momento podemos volver a vivir una crisis como la vivida en Chiloe. Por ello expongo nuevamente a ustedes este articulo.
Todos los hombres de mar saben lo que es una marea, y cuando es buena o mala, cuando está en para o es muy correntosa, cuando turbia o clara. Saben que de este movimiento sin fin, con su propio ritmo, diferente al ritmo del hombre, depende prácticamente su existencia.
Una buena marea puede significar no solo el sustento, sino que la satisfacción del deber cumplido, el anhelo terminado, como el arquitecto cuando contempla su obra, el orgullo de su trabajo. Y por supuesto la satisfacción económica. Pero también hay malas mareas, esas en que el trabajador aprieta los dientes, el bolsillo y su esperanza. , esperanza que lo hace levantarse y volver a lo suyo, con su fe intacta en su Dios al que nunca reniega.
Hoy nos toca vivir una mala marea, la marea roja, el virus ISA, una marea diferente que nos quita el pan de la boca, que duele y reciente a toda nuestra isla. Nadie puede quedar indiferente ante semejante problema, que no solo afecta a los trabajadores de la mar, sino que a todos los que de una u otra forma nos relacionamos con ellos. Chiloe y Calbuco es un territorio marítimo, una cultura marítima, y que se vera fuertemente azotada por este flagelo. Pero estos hombres valerosos sabrán como salir de esta.
El gobierno ya a dado el primer paso para palear en parte este problema, no es una solución, pero si permitirá que aquellas personas mas comprometidas busquen nuevos derroteros para su sustentos. La conversión laboral quizás ayude al menos a aliviar la difícil situación inmediata, pero difícilmente solucione el futuro de nuestra isla, somos nosotros los que vivimos en este terruño los que debemos dar el segundo paso, buscando nuevas formas de vida, aprendiendo a convivir con esta naturaleza que nos ha tocado en suerte. El hombre que nació en el mar, no podemos mandarlo a sembrar papas, tarde o temprano dejara el arado y el gualato para volver a sus remos y su chalupa. Creo que ha llegado la hora para repensar nuestra isla, bañada por mar, surcada por mar, sembrada en el mar. Que paso con el otrora paraíso de la ostra, de la almeja, del loco, de la cholga y de tantos otros tesoros que hoy no están, el hombre los arruino, nosotros mismos pusimos su lápida, sin embargo buscamos nuevos lugares de explotación, nuevos productos, nuevas alternativas y seguimos adelante con nuestra vocación marítima. Hoy también tenemos que buscar la alternativa, pero estamos mejor y más preparados que antes. Darle valor agregado a nuestros productos, utilizar todos los medios a nuestro alcance, pelear con quien sea necesario para que las universidades se jueguen por una solución mas que por el análisis de los problemas. El país hoy cuenta con los medios tecnológicos, con el personal científico y técnico para ayudarnos a superar no solo este problema sino que muchos otros que se arrastran por años. A nuestros hombres no hay que sacarlos del mar, sino que devolverlos a él, para que sean ellos mismos los que encuentren la solución y tomen conciencia real del problema, habrá que guiarlos, para eso están nuestras universidades, nuestros institutos, nuestras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, que sean ellos, los trabajadores de la mar, los primeros en muestrear nuestras aguas, medir, acotar, señalar, dividir, sembrar, experimentar con nuestro mar, para encontrar una solución persedera en el tiempo, que sea herencia a los hijos que vienen, a las nuevas generaciones, Calbuco y Chiloé volverá a ser lo que a sido siempre, pero con una conciencia diferente, con un orgullo diferente.
Experiencias valederas hay en muchas partes, experiencias de reconversión y de optimización de los productos, de valor agregado, de organización social, de emprendedores, de empresas de trabajadores, de pimes laborales, etc. Debemos comenzar a aunar voluntades para una nueva puesta en escena de nuestro mar. Nuestros productos deberán volver a circular con la valiosa etiqueta de “chilotes” o “calbucano” y no con la temible etiqueta de marea roja, Virus ISA, virus DP, y tantos otros. No queremos volver a poner en la actualidad las mas temibles frases como catástrofe ecológica, cierre de plantas, cesantía laboral , contaminación de las aguas interiores, y tantas otras que nos rondan día a día y de las cuales no queremos tomar conciencia.
VALORES Y CONTRAVALORES
ETELVINO AGUILA OJEDA
“Ser o no ser”, esa es la cuestión, esta frase tan antigua y conocida, a la que hoy ya no sabemos ni quien lo dijo, ni porque, ni cuándo, sigue siendo punto de partida para muchas reflexiones, hoy cuando la cultura moderna descansa en el “poder absoluto de la razón” y confía en que su existencia será resuelta por la ciencia y la tecnología, en que nada que no se pueda probar científicamente tiene algún valor, ahora cuando el hombre se siente liberado de todo tipo de ataduras, morales, sociales y espirituales. Cuando más aparentemente progresa el hombre, va siendo cada vez mas bloqueado en su expansión libre y plena de su ser.
Para muchas personas los valores de la sociedad moderna está en someterse a su orden y servicio en base a proyectos y expectativas, ignorándose a sí mismo, caminado por la vida sin percibir la de otros, comunicándose sin comunicarse, hablando sin que nadie escuche, y escuchan solo lo que ellos hablan, sin una relación real, ni con ellos mismos, ni con los otros, ni con Dios, cayendo definitivamente en una trivialidad y empobrecimiento personal casi ingenuo pero alarmante. Por otro lado si alguien osa cultivar la vida del espíritu, se le califica de inmediato como evasión, o retrogrado, antiguo, pacato, cartuchos y una seria de calificativos mas que inhiben cualquier deseo de cultivar una vida interior para superar esta mediocridad. Entonces nos quedamos con una fachada exterior que mostramos al mundo como trofeo o una vida interior que guardamos al mundo como pecado. Como resultado logramos un hombre de fachada, pero inmensamente vacíos, que no dan ni reciben nada, simplemente caminan y giran por la vida. Otros construyen su yo, fuerte y poderoso, pero inauténtico, cualquier persona puede darse cuenta de la falsedad del discurso, ellos mismos lo saben, saben que su vida es apariencia y ficción. También los hay aquellos que cultivan un aspecto de la vida, descuidando dimensiones importantes de la existencia, suelen ser buenos profesionales, personas cultas y de prestigio, organizadas, sin embargo corren el riesgo de fracasar como seres humanos. Hay algunos, raras excepciones pero las hay, en que valoran la vida, y para crecer necesitan del ser humano, necesitan adentrarse en su propio misterio, llegar al corazón de la la vida, donde sienten el ataque que sufre la vida desde fuera y desde dentro, entonces buscan una “fuente de luz y vida”, la que va perdiendo el hombre moderno, porque es necesario “darle sentido a la existencia”, para hacerlo, integran de alguna manera a ésta ya dislocada ciencia y tecnología que quiere desplazar al hombre del centro de la razón. El hombre no busca otra cosa que vivir de manera digna, ser feliz con lo que es, saber con cierta certeza “desde donde” y “hacia donde” va dirigida su existencia.
Y que tienen que ver los valores en esto, mucho, porque los valores no se pueden medir científicamente, no se pueden probar fehacientemente, no están en la preocupación del ser humano. Es más fácil hacer la vista gorda y decir que la ciencia tiene la razón que sentir la culpa y buscar el origen del mal y destruirlo. Enfrentar nuestra propia culpa es la que cuesta, o nuestra propia vida si es necesario. Es mucho más fácil decir, julano de tal es un pobre hombre enfermo de sida”, que decir. “julano de tal, esta enfermo de sida por ser un tal por cual, que se metía con quien se le cruzara por delante “ entonces la culpa no es del hombre. Si no del mal. Es más fácil decir, “ miren , otra prostituta”, que decir, “quien fue el desgraciado que prostituyó a esa mujer”. En el fondo no medimos el valor del desvalor. No lo distinguimos, tener Internet en su casa es signo de prosperidad, pero si pone la palabra sexo, le figuraran 100 paginas de pornografía y difícilmente una definición de la palabra sexo. Asi se juega con los valores, hay personajes que se muestran como ejemplos de amor, porque han tenido varias, muchas, relaciones fracasadas, ninguna relación de amor. Quién entonces nos enseñara, la fe, la esperanza, la caridad, el amor al prójimo, la lealtad, el honor, la templanza, etc. ¿Cree Ud. que la ciencia y la tecnología?
domingo, 16 de noviembre de 2008
UNA FISTA CON IDENTIDAD
ETELVINO AGUILA OJEDA
La identidad de un pueblo es un anhelo y en muchos es una realidad que traspasa generaciones y generaciones, pero para que esto se produzca deben repetirse los mismos patrones por siglos de tal modo que los habitantes de ese pueblo lo tengan o mantengan inalterables, pudiendo identificar esos patrones ya sea en su pueblo o fuera de ellos. Ahora estos patrones pueden ser de la mas diversa índole, y muchas veces vasta un detalle para vincular a una persona con un pueblo determinado, eso se llama identidad. Estos patrones con el tiempo de transforman en cultura y los estudiosos de la sociología lo identifican como patrones culturales, entonces cuando hablamos de cultura de un pueblo normalmente nos estamos refiriendo a ciertos patrones que se repiten ya sea en la comida, en la música, en la vestimenta, en la construcción, en la agricultura, etc. pero estos mismos hechos son los que reconocemos como folclóricos, sin embargo lo folclórico suena casi como a ignorancia, “oh que folclórico” es despectivo, pero “¡oh! que folclor”, es cultura,
Cuando alguien visita un pueblo en su calidad de turista, va en busca de su cultura, tradúzcase esto como su comida, su vestimenta típica, sus construcciones, su música, sus esculturas, su pintura, su pasado y su presente que lo caracteriza, amen de sus paisajes, de su flora y fauna típica. Pero ademas de esto patrones existen otros mucho más profundo como son sus patrones genéticos y sus patrones socio religiosos que los hacen ser y hacer determinados ritos y formas de comportamientos o creencias que se transmiten de generación en generación.
Muchos pueblos hoy en día no tienen identidad propia y en su búsqueda copian y reproducen patrones culturales de diversos pueblo y culturas, pero estos no trascienden y no identifican a un pueblo, y cuando encuentran algo que los identifica, lo asumen como algo propio lo defienden y lo divulgan.
Calbuco tiene sus propias tradiciones como son su curanto gigante, su fiesta de las luminarias y su fiesta de los indios caciques. Pero cual le da verdadera identidad a su gente, con cual pueden identificarse mas allá de sus fronteras. Indudablemente que el curanto si bien tiene su toque personal, nunca identificara al pueblo, este siempre será un patrimonio de Chiloe, la fiesta de las luminarias quizás si lo sea, pero no ha sido suficientemente cimentada ni felizmente traspasada a las nuevas generaciones, por lo que tiende a perderse o transformarse en otra cosa, Pero lo que más me ha impresionado ha sido la “Fiesta de los Indios Caciques”, porque en ella hay una mezcla que le da una fuerza realmente interesante, hay una vida ritual que se transmite por siglos, en la que participan jóvenes y adultos, todos movidos por la fe y la tradición, uniendo urbanidad y ruralidad en un mismo rito, rito que no depende de la jerarquía eclesial sino mas bien del pueblo y mas que del pueblo, de la ruralidad, son las comunidades rurales quienes le dan el verdadero valor y significación a esta fiesta.
La fe, el esplendor, los signos y los significados se los da la gente que acude y participa desde los campos en esta tradicional fiesta de San Miguel Arcángel. Todos conocen mas menos una misma historia, saben de donde se origina pero muy pocos saben como llego a ellos, pues las comunidades no se sienten o reconocen descendientes de los indios caciques, ellos se reconocen como comunidades cristianas, en ellas no hay caciques ni legítimamente elegidos ni legítimamente heredados, eso si todos se sienten herederos de una tradición, de un ritual, de una fe y de una esperanza.
Todo lo que es el traslado de las imágenes, su recibimiento, su entrada triunfal en el pueblo, su presentación y batido de banderas, y los ritos heredados de la tradición católica se conservan y repiten de generación en generación, aunque muchos no sepan cabalmente que significan ni de donde vienen, han aprendido a replicarlos en sus gestos y en sus dignos, en sus cantos, en sus diálogos y su forma, y esta se transmite de padres a hijo y si vive con respeto y con fe, con una fe que conmueve.
Conozco y he participado en muchas fiestas patronales, pero indudablemente la de San Miguel tiene una fuerza diferente que la hace única. Y es deber de todos preservarla,
Los Calbucanos tienen muchas cosas de que sentirse orgullosos, hay muchos hitos culturales que la hacen importante, pero si hay algo que traspasa generaciones, comunidades, grupos humanos, clases sociales, y que une a todos sus habitantes esa es la Fiesta de los Indios Caciques. Y si Calbuco tiene y quiere una identidad propia, nada mejor que esta fiesta, única en su forma, en su expresión, en su colorido, en su tradición, en una palabra una fiesta con verdadera identidad, con sello de nominación de origen. En la que realmente se pueden sentir identificados todos los Calbucanos, sean o no católicos, porque algo mas autentico que esto, difícilmente se pueda encontrar.
COSAS DE CHILENO
Cuenta un Ingeniero que tubo la suerte de ir a trabajar a Suecia, que los primeros días en su trabajo, un compañero sueco que vivía cerca se ofreció para pasarlo a traer todos los días y así irle contando y demostrándole la cultura y la idiosincrasia del pueblo sueco, su primera lección la tubo al tercer o cuarto día, ya que extrañado por un gesto incomprensible para él, este ingeniero sueco llegaba muy temprano y se quedaba en el estacionamiento mas distante. Intrigado le pregunto si porque lo hacia, ya que siendo ingeniero y un alto ejecutivo de la empresa y además siendo el primero en llegar debería tener un estacionamiento privilegiado, o al menos podría escoger un estacionamiento muchos mas cómodo. La respuesta fue sorprendente: “si nosotros llegamos temprano, podemos estacionarnos mas lejos, podemos caminar un poco y aun nos sobrara tiempo, en cambio hay otros que por muchas razones, llegaran después y por tanto ellos necesitan estacionamientos más cercanos y más cómodos” ¿cómo entender esa mentalidad? Si nosotros los chilenos hacemos todo lo contrario, ojalá el primero y el mejor estacionamiento sea el nuestro, incluso somos capaces de estacionarnos en los estacionamientos para lisiados y somos capaces de simular un trauma para que nadie nos .... perdón, moleste. Este ingeniero incluía en su relato otro hecho sorprendente, allá todo proyecto se demoraba dos años en concretarse, por simple o fácil que sea incrementarlo, no hay prisa por nada, si algo funciona así, puede seguir funcionando así y si queremos reformarlo debemos primero estar seguro que funcionara, allí es donde entra todo el valor y la fuerza del trabajo, pues cada cosa se estudia, se analiza, se prueba y se vuelve a probar, se utilizan todas las tecnologías, todas las alternativas, todas las posibilidades y cuando han transcurridos los años suficientes y no hay nada mas que agregar, estando seguros de los resultados, allí recién se implementa y se hacen efectivos, de aquí los resultados que ellos obtienen con empresas como Volvo, Nokia, Skania, Ericsson, ABB, Electrolux, Nobel Biocare y muchas otras reconocidas mundialmente, basta decir que la Volvo fabrica los motores para la propulsión de los cohetes de la NASA.
Que diferencia con nuestra idiosincrasia, que basta con que lo diseñe un ingeniero y ya es “obra maestra” y hay que ejecutarlo de inmediato, lo más rápido que se pueda y si algo falla, entonces “un alambrito” y listo... Todo lo solucionamos con un alambre, por ello tenemos obras fabulosas, desde caminos, escuelas, liceos, gimnasios, antenas, puentes, pasarelas, casas, edificios, etc. etc. se acuerdan de la pasarela en Valparaíso, del puente Loncomilla, de las casas Copeva, carretera del sol , Escuela San José, Torre del Estadio Nacional y tantos otros con los que nos damos el lujito de recorrer el mundo en la noticia.
Los Suecos son 2 millones de habitantes y su territorio no pasa de ser dos regiones de Chile, su capital Estocolmo tiene 500.000 habitantes y es sin duda un país desarrollado. Para muchos esto se debe a la cultura del “hágalo lento” (slow flood) que es justamente todo lo contrario de lo que practicamos en los países subdesarrollados, en países como él nuestro todo corre deprisa, para todo tenemos prisa, nada puede esperar y cuando antes lo hagamos o lo remediemos mejor, sin importar que calidad, total si queda malo lo volvemos a arreglar, se privilegia por mucho la cantidad en vez de la calidad, es mejor hacer casas Copeva, casas Chuvi o casas globos, que una casa pequeñita, pero decente y bien hecha, que no se llueva, que no se pase, que las cañerías funcionen, que la tierra no se corra, que las termitas no se la coman. La teoría del “hágalo lento” privilegia mayormente la familia, comer y beber lentamente con la familia y los amigos, disfrutar de la comida, de los sabores, de los colores, del oído, escuchando a los demás, hablando con los demás, participando con o demás. El hágalo lento cuestiona seriamente la prisa, cuestiona el tener en cantidad (nivel de vida) y privilegia el tener en calidad (calidad de vida) o calidad del ser (calidad de persona), la persona pasa a ser más importante, y los bienes deben ser de calidad, que le den calidad y tranquilidad a la persona ( no necesito tener tres auto, uno para la carretera, uno para la ciudad y uno para el campo, lo que necesito es tener “un” auto que me lleve a todas partes sin problema).
Sin prisa, no significa hacer menos, ni tener menos productividad, significa trabajar mas, hacer las cosas bien, tener mejor producción, mucho más atención a los detalles, así el trabajo se vuelve un agrado, se hacen las cosas con gusto, con alegría, y cada uno hace lo que sabe y lo hace bien. Todos tenemos las mismas 24 hrs, en ese tiempo tengo que distribuir, mi trabajo, mi descanso, mi recreación, mi placer, en definitiva mi vida. Como empleo mi tiempo es el problema. Que calidad le doy a cada uno de mis tiempos es el problema. Esa es la diferencia que nos separa de los países desarrollados, esa es la distancia que nos separa el subdesarrollo, cuando cada uno de nosotros deje de hacer cosas y se dedique a hacer bien las cosas, estaremos en camino, cuando cada uno de nosotros deje de trabajar (apariencia) y se dedique a producir entonces estaremos saliendo del subdesarrollo. Y como usted puede ver, por la recresta que nos falta.