mural de los niños de Chacao, Chiloe, nótese la tremenda diferencia de la visión chilota con la del resto de Chile |
EL CUENTO DEL TRAUCO
La Alicia, o la Icha como le
decían sus padres se había puesto crecidita y el Pelluco en la escuela le había
echado el ojo, ambos fueron creciendo juntos y a los 14 ya estaban listo para
matrimoniarse, pero las cosas nos serian
tan fáciles, cuando sus padres supieron de este romance, los novios la sacaron bien
salada, el castigo que recibieron fue para ambos con la coyunda de los bueyes,
pero esto no quebranto su amor, sino que por el contrario, solo fueron mas
cuidadosos y reservados y apenas cumplieron los 18 el Pelluco se busco unos
padrinos y sin esperar mas fue a la casa
de su amada a pedir la mano de la Icha. El novio no tenía más que una mano por
delante y otra por detrás, pero si se le conocía como fiero para el trabajo.
El
suegro sorprendido no quería aceptar esta relación, pero el Pelluco se vía muy
formal y el solo quería una oportunidad, ofreció irse solo a la argentina y no
volver por su mujer mientras no reuniera suficiente fortuna para darle una buena vida a la Icha. Al final logro casarse con la
chiquilla que quería y luego de consumar el matrimonio y haber hecho gozar a la niña de todos los placeres de la carne
tomo sus pilchas y se fue para la Argentina, dejando al cuidado de su suegro su
esposa quien además tendría que hacerse cargo de sus gastos como si nunca se
hubiese casado.
Nadie
supo nada mas de el, no llegaron noticias de ninguna parte y se había perdido
todo rastro, solo se suponía que seguía trabajando en Argentina, destino único
de todos los chilotes que querían hacer fortuna o desaparecer para siempre de
su tierra. Como a los dos años recibió una carta la flamante esposa, que por,
mano había manado el Pelluco, diciendo que estaba en Neuquén y que estaba bien,
trabajando y reuniendo toda la plata que podía, que lo espere, que pronto volvería.
Así pasaron otros tres años sin saber nada de su amado Pelluco.
Mientras
tanto la Icha vivía con sus `padres, llegando ya a los 20 o 21 años, convertida
en toda una mujer, hermosa y radiante,
habiendo conocido los placeres de la carne y ahora condenada a esperar, con
tristeza a veces y cansada de esta espera interminable, mientras muchos
muchachos la rondaban incansablemente en
forma permanente, tanto que ya no resistía a la tentación del sexo, y el Pelluco que no daba señales de vida,
casi no quedaban motivos para seguir luchando y resistiéndose. ¿Y si el Pelluco
no volvía? , ¿Y si estaba muerto por
allí?, ¿y si vivía con otra mujer?, ¿y si nunca volvía? ¿Ella tenia que dejar
pasar todas las oportunidades que la vida le brindaba?
No
seria mejor aprovechar alguna oportunidad, “echar una canita al aire”, tener un
consuelo porsiaca el Pelluco no vuelva, y mas que eso, tener un hombre con
quien rehacer su vida, la que después de cinco años de espera, ya no da pa”
mas. Y más vale irse olvidando del Pelluco.
Así
va pasando poco a poco de la mujer esposa en eterna espera, a la joven y
encantadora mujer que es, sin un hombre a su lado y asediada por los muchachos,
busca quien lo acepte bajo sus condiciones, es decir convertirse en amantes sin
compromisos, al menos hasta que su familia y la de Pelluco decidan dar un plazo
perentorio para que el Pelluco regrese o se de por muerto y pueda buscarse otro
marido.
En
el intertanto la mala suerte o buena suerte, según como se le mire, permite que ella quede
esperando y allí vienen todos los problemas y todas las interrogantes, entonces
hay que tomar una decisión: “el hijo es del Trauco” y no hay preguntas ni
terceros involucrados, solo el Trauco es culpable. Pero el Pelluco el día menos
pensado vuelve y se encuentra con la sorpresa, su niña que está mas linda que
nunca, tiene un hijo, y este es del Trauco, es decir no hay culpables, solo él
por dejar tanto tiempo sola a su mujer, no hay amigos ni enemigos, no hay
traidores ni hechores, no hay engaño ni engañados. Ahora solo tiene que sopesar
en su propia conciencia, si acepta este hijo del Trauco, sin preguntas y
perdona a su mujer esta infidelidad, si lo ama lo suficiente para aceptar esta
condición y realizar sus sueños, por los cueles se había sacado cresta y media
trabajando y ahorrando en Argentina, y hace de este hijo su propio hijo, o simplemente no acepta esta situación, arranca la verdad a la familia,
lava su honra, almejar con su mejor amigo o con su propio hermano
y luego se vuelve a la Argentina y esta vez para siempre, dejando de paso que
este “hijo del Trauco” que es inocente tenga a un padre, o a su “verdadero”
padre.
Nota: para el chilote la palabra
empeñada no tenia vuelta atrás, si alguien daba su palabra, esta palabra se
respetaba aunque en esto se juegue la vida, este mismo principio se usaba en
otras circunstancias, como era el caso
del Trauco, pues si por razones de convivencia a un hijo era preferible negarle
el padre, se le negaba y simplemente se le declaraba hijo del Trauco, como también sucedía en el “quelcún”,
pues usando la palabra mágica, la persona era acogido y socorrido, aunque fuera
un bandido, un desalmado, sin embargo mientras se mantenía esta condición de
quelcún ambos debían protegerse y respetarse mutuamente,