domingo, 16 de noviembre de 2008

UNA FISTA CON IDENTIDAD


ETELVINO AGUILA OJEDA

La identidad de un pueblo es un anhelo y en muchos es una realidad que traspasa generaciones y generaciones, pero para que esto se produzca deben repetirse los mismos patrones por siglos de tal modo que los habitantes de ese pueblo lo tengan o mantengan inalterables, pudiendo identificar esos patrones ya sea en su pueblo o fuera de ellos. Ahora estos patrones pueden ser de la mas diversa índole, y muchas veces vasta un detalle para vincular a una persona con un pueblo determinado, eso se llama identidad. Estos patrones con el tiempo de transforman en cultura y los estudiosos de la sociología lo identifican como patrones culturales, entonces cuando hablamos de cultura de un pueblo normalmente nos estamos refiriendo a ciertos patrones que se repiten ya sea en la comida, en la música, en la vestimenta, en la construcción, en la agricultura, etc. pero estos mismos hechos son los que reconocemos como folclóricos, sin embargo lo folclórico suena casi como a ignorancia, “oh que folclórico” es despectivo, pero “¡oh! que folclor”, es cultura,

Cuando alguien visita un pueblo en su calidad de turista, va en busca de su cultura, tradúzcase esto como su comida, su vestimenta típica, sus construcciones, su música, sus esculturas, su pintura, su pasado y su presente que lo caracteriza, amen de sus paisajes, de su flora y fauna típica. Pero ademas de esto patrones existen otros mucho más profundo como son sus patrones genéticos y sus patrones socio religiosos que los hacen ser y hacer determinados ritos y formas de comportamientos o creencias que se transmiten de generación en generación.

Muchos pueblos hoy en día no tienen identidad propia y en su búsqueda copian y reproducen patrones culturales de diversos pueblo y culturas, pero estos no trascienden y no identifican a un pueblo, y cuando encuentran algo que los identifica, lo asumen como algo propio lo defienden y lo divulgan.

Calbuco tiene sus propias tradiciones como son su curanto gigante, su fiesta de las luminarias y su fiesta de los indios caciques. Pero cual le da verdadera identidad a su gente, con cual pueden identificarse mas allá de sus fronteras. Indudablemente que el curanto si bien tiene su toque personal, nunca identificara al pueblo, este siempre será un patrimonio de Chiloe, la fiesta de las luminarias quizás si lo sea, pero no ha sido suficientemente cimentada ni felizmente traspasada a las nuevas generaciones, por lo que tiende a perderse o transformarse en otra cosa, Pero lo que más me ha impresionado ha sido la “Fiesta de los Indios Caciques”, porque en ella hay una mezcla que le da una fuerza realmente interesante, hay una vida ritual que se transmite por siglos, en la que participan jóvenes y adultos, todos movidos por la fe y la tradición, uniendo urbanidad y ruralidad en un mismo rito, rito que no depende de la jerarquía eclesial sino mas bien del pueblo y mas que del pueblo, de la ruralidad, son las comunidades rurales quienes le dan el verdadero valor y significación a esta fiesta.

La fe, el esplendor, los signos y los significados se los da la gente que acude y participa desde los campos en esta tradicional fiesta de San Miguel Arcángel. Todos conocen mas menos una misma historia, saben de donde se origina pero muy pocos saben como llego a ellos, pues las comunidades no se sienten o reconocen descendientes de los indios caciques, ellos se reconocen como comunidades cristianas, en ellas no hay caciques ni legítimamente elegidos ni legítimamente heredados, eso si todos se sienten herederos de una tradición, de un ritual, de una fe y de una esperanza.

Todo lo que es el traslado de las imágenes, su recibimiento, su entrada triunfal en el pueblo, su presentación y batido de banderas, y los ritos heredados de la tradición católica se conservan y repiten de generación en generación, aunque muchos no sepan cabalmente que significan ni de donde vienen, han aprendido a replicarlos en sus gestos y en sus dignos, en sus cantos, en sus diálogos y su forma, y esta se transmite de padres a hijo y si vive con respeto y con fe, con una fe que conmueve.

Conozco y he participado en muchas fiestas patronales, pero indudablemente la de San Miguel tiene una fuerza diferente que la hace única. Y es deber de todos preservarla,

Los Calbucanos tienen muchas cosas de que sentirse orgullosos, hay muchos hitos culturales que la hacen importante, pero si hay algo que traspasa generaciones, comunidades, grupos humanos, clases sociales, y que une a todos sus habitantes esa es la Fiesta de los Indios Caciques. Y si Calbuco tiene y quiere una identidad propia, nada mejor que esta fiesta, única en su forma, en su expresión, en su colorido, en su tradición, en una palabra una fiesta con verdadera identidad, con sello de nominación de origen. En la que realmente se pueden sentir identificados todos los Calbucanos, sean o no católicos, porque algo mas autentico que esto, difícilmente se pueda encontrar.

1 comentario:

Etago dijo...

la foto que aparece en este articulo corresponde a una imagen de san miguel de la parroquia de Castro-Chiloe no corresponde a la imagen de Calbuco.-