La leyenda de un barco fantasma no es muy particular que digamos,
en muchos países y continentes se conoce de alguna leyenda del algún barco fantasma que aparece y desaparece, muy bien
iluminado y con alegres melodías bailables,
con regias mujeres y marinos alcohólicos que parecieran vivir solo para pasarlo
bien y que si desembarcan y tocan tierra firme se convierten en seres casi
monstruosos o deformes y repulsivos apara el común de los cristianos.
Si hasta
el perla negra de los piratas del Caribe, no es otro que nuestro humilde
Caleuche. Pero con una gran diferencia.
La leyenda del Caleuche tiene como objetivo único y final,
salvar o mas bien salvaguardar la vida del navegante chilote, y no tiene otro
objetivo que hacer huir de su paso al navegante y hacer volver a sus casas a
los aventureros que se arriesgan en los campos o playas de tal modo que se vean
obligados a buscar refugio, ya sea en una casa, una cueva, una choza o por
ultimo algún refugio improvisado que le permita pasar la noche. Lo importante
es que detengan su andar y se protejan y
no se aventure a perderse para nunca regresar.
Si
regresamos al origen de la leyenda, podemos
asegurara que cuando llegaron los españoles a chile ya existía Chiloé y ya
estaba poblado. Tenían su cultura, su idioma, su propia idiosincrasia. Pero
también tenían sus leyendas, sus mitos. Y entre estos estaba el Caleuche. Pero
cual era el trasfondo de este mito. ¿Por qué, y para que se había inventado?bueno,
Chiloé es un archipiélago, es decir son muchísimas islas, muchas mas de las que
uno puede conocer o reconocer normalmente,
y alrededor de cada una de estas islas hay abundante pesca y mariscos, y
sus tierras son todas cultivables, aunque el pueblo chilote no se distinguió precisamente
por su agricultura, si lo hizo como
eximios navegantes y pescadores y recolectores, aunque las papas y el ajo,
traspaso varios siglos hasta nuestros días.
Sin embargo no tuvieron otras gracias, como la minería o la alfarería o
la ganadería. Hay que considerar que para la llegada de los españoles prácticamente
no se conocía el uso de metales sin embargo hay importantes y reconocidas embarcaciones como las dalcas.
El único instrumento de navegación del chilote era su visión y su conocimiento
del mar. Y el peligro más grande, era sin duda quedar atrapado en medio de una
neblina en mar abierto. Cualquiera que navegue en medio de una neblina, podrá comprobar
lo terrible que es encontrase en esta situación, sin saber hacia donde se
navega, la desorientación es absoluta, tanto que usted puede ir navegando a gran velocidad y da la
impresión que ni siguiera se avanza. Pero con una neblina cerrada, también
usted se puede desorientar en el campo o en una playa y por mas conocido que
sea el camino de regreso a su hogar, fácilmente puede perderse y no regresar jamás. Por ello para este pueblo disgregado
en cuanta isla encontraron, era de vital importancia mantenerse navegando, pero alejarse de todo peligro de la navegación
sobretodo del peor de ellos que era la neblina, entonces inventaron el cuento.
El mito comienza con la neblina, se enseña que en las tarde, cuando una suave
neblina comienza a visualizarse a lo lejos por sobre el mar o sobre los campos,
es señal que ese día pasara el Caleuche, es el aviso previo, para que sea
despejado de inmediato el paso del barco, entonces los botes deben volver de
inmediato a puerto y los recolectores o agricultores o caminantes (incluye a
los amantes furtivos) deben regresar a sus hogares.
El
único propósito del mito era proteger a los chilotes de la muerte en el mar, el
mar es muy traicionero y tiene cientos de forma de acorralar a un navegante en una
pequeña y débil embarcación a remos. Un piedra, una ola, una corriente, un
bajo, una acantilado, un viento, una tormenta y tantas otras forma de destruir
una embarcación y una vida, sobretodo si este navegante no puede ver por donde
navega, si no sabe cual es el norte o el sur, si no sabe que le espera un metro
mas adelante. Este es el real peligro y para un chilote que pierde la vida
fácilmente en el mar, un día cualquiera, mucho mas probable es que lo haga en
medio de la niebla, en medio de la noche y sin saber en que punto esta por la
neblina. Entonces la mejor forma de proteger a padres, hijos, hermanos, maridos, amantes o lo que sea, es
manteniéndolos muy cerquita y en casa en
días o noches de niebla. Pero indudablemente que el ser humanos desde siempre ha sido
porfiado, envalentonado, testarudo,
arriesgado, imprudente, pero por sobretodo porfiado y no bastaría con que un
anciano de la tribu o de la comunidad le enseñe y les pida que en día de niebla
no se hagan a la mar, pues jamás obedecerían esta advertencia. Entonces la única forma de hacer que respeten
esta enseñanza y no arriesguen su vida, es apelando a sus dioses y a sus
miedos, entonces viene todo el resto de le leyenda, cada cual que lo cuenta a
los suyos va agregando detalles a sus miedos, cada anciano repite la historia y
agrega algún detalle extra, muestra algunos hechos concretos, como lisiados o
personas con malformaciones congénitas como estos marinos que lograron
desembarcar del Caleuche, pero no te puedes acercar a ellos porque puedes acarrear la maldición o ser reclutado en la
próxima pasada del Caleuche.
El mito
es muy hermoso y escucharlo en boca de un anciano chilote aun mas, ver como cada
persona agrega o quita algún detalle,
pero por sobretodo ponerse ellos en primera persona, como fieles testigos de
una leyenda, que han visto, que han vivido, que han vencido, que han estado
allí, pues como dudar de un padre, de un abuelo, de un tío que nunca a mentido,
que le ha enseñado a ser personas nobles y rectas en la vida. Que no tienen nada
que esconder, personas amadas y respetadas. Pero que padre para salvar la vida
de un hijo, no mentiría si fuera necesario.
Lo
curioso de esta mitología chilota es que esta sigue vigente, año a año se sigue
renovando, y aunque hoy en día ya se puede navegar aunque la neblina esté cerrada,
y nada parece detener al ser humano y sus insaciables deseos de conquista, de explotación y exploración o
su insaciable apetito de dinero. Aun así se sigue viendo al Caleuche, sigue
recorriendo las islas y día a día
alguien lo divisa en algún día de tormenta o en alguna noche de soledad en el
medio de la nada.