miércoles, 2 de agosto de 2017

POCO RUIDO, POCAS NUECES.


            Calbuco tiene un punto de máxima peligrosidad y máxima sensibilidad en el piedraplen, vivir en el filo de la navaja o bajo la espada de Damocles es un chiste  en relación al eminente peligro que encierra este piedraplen. Para quien no conoce Calbuco podemos decir que Calbuco “es una isla” separada del continente `por el canal Caicaen, pero por allá por los años 60 sus pobladores decidieron  unir la isla al continente en el punto mas angosto, con un piedraplen, es decir colocando piedra sobre piedra, hasta lograr unir ambas orillas  permitiendo la pasada de personas y vehículos por este angosto y sensible paso.
            Lo que muchas personas creen ver un puente que une Calbuco con el continente, en realidad es un “piedraplen”, y nadie ni siquiera sospecha que tan peligrosos es este paso, algunos testigos de este magno acontecimiento, que yo considero en forma personal como la ultima gran obra de los Chilenos, pues este fue el ultimo gran trabajo realizado a puro pulso, sin prácticamente la intervención de la tecnología, y donde no hubo Calbucano que no colaborara de una o otra forma para lograr este cometido. Muchos testigos de este magno acontecimiento que aun viven hoy, comentan  como se logro y uno de los relatos que hacen es el de la impresionante corriente que se produjo al acercar ambas orillas, colocaban una roca y esta salía volando por la fuerza del agua, nunca habían imaginado la impresionante fuerza que traía cada marea, en estas aguas que ellos veían siempre quietas y casi dormidas. Pero después de arduo trabajo y grandes  rocas lograron su cometido, lograron separar las aguas  y dejar  que los Calbucano a pie seco cruzaran el canal Caicaen,  como nuevo pueblo escogido. Con el tiempo  se realizaron nuevas obras sobre este piedraplen, se asfalto, se insertaron postes de alumbrado publico. Se construyen pasarelas `para peatones, y hasta este momento a resistido bien todos los embates del tiempo, del clima y los movimientos telúricos, pero ¿hasta cuando resistirá?
            Este punto también es desde siempre el blanco de las protestas de los Calbucano, cada vez que alguna organización o agrupación de personas quieren protestar por algo, el punto de encuentro y de protesta obligado es el piedraplen, y es el lugar indiscutido para las protestas de los pescadores y recolectores, todo hombre de mar que se precie y que movido por algunas circunstancia a de llegar a la protesta, esta debe hacerse en el piedraplen, me toco vivir por varios días la protesta de los pescadores merluceros del 2014, una de las mas impresionantes de los últimos tiempos, grandes embarcaciones  pesqueras a ambos lados del piedraplen, con sus anclas incrustadas entre las rocas y con resistentes lazos, amarradas a los postes de la luz, mientras los neumáticos arden en media de la calzada impidiendo el paso de vehículos  y personas, sin duda que una protesta de pescadores es lo mas  temido en cualquier parte,  la frialdad, el arrojo, la voluntad y la fuerza inquebrantable, con la que enfrentan el mar y la muerte, no los amilana cuando han de enfrentarse a una fuerza policial o de represión  o contención en una protesta, por ello siempre una protesta de pescadores puede traer lamentables consecuencias. Eso lo sabemos muy bien los que habitamos en Calbuco y sabemos hasta donde pueden llegar si se les provoca.
Pero para esta protesta  de pronto llego un fuerte contingente de fuerzas especiales de carabineros, con guanaco y zorrillo incluido, vehículos que solo se habían visto en las noticias de la TV. En Santiago, todo Calbuco se volcó al piedraplen, cientos de personas repletaban la costanera y otro cientos de personas tomaban palco en los cerros circundantes, pues esto muy pronto se convirtió en un espectáculo. Los días anteriores al arribo de las fuerzas especiales, si bien el transito estaba interrumpido en el piedraplen, el movimiento de personas era incesante, lo que permitía un normal comportamiento de la población, los buces llegaban y salían de la rivera norte del piedraplen y los colectivos mantenían sus movimientos a ambos lados de la isla, lo que  significaba una normal y cotidiana convivencia. En lo personal me tocaba cruzar a pie al menos seis veces al día entre las barricadas y las hermosas lanchas de pescadores que ahora lo teníamos al alcance de la mano, sin ningún problema,  íbamos y volvíamos sin contratiempos, todos nos conocemos nos respetamos y nos apoyamos, pero de pronto estas tan granadas y beligerantes fuerzas especiales, trocaron todo esto, seguramente obedecían ordenes, pero también debe haber, creo yo, en cada persona, un mínimo raciocinio, un mínimo dialogo, una mínima búsqueda de aunar esfuerzos para buscar puntos de acuerdo y de salidas de un conflicto. pero en este caso parecía ser todo lo contrario, de inmediato fueron al choque y sin mayor contemplación pasan barriendo de un extremo a otro el piedraplen, y por supuesto la reacción de los pescadores no se hizo esperar,  llueve de todo sobre el piedraplen y sobre estas “fuerzas especiales” y que usando su acostumbrada “fuerza” desconocida para nosotros, atacan  a los pescadores, pasadas varias escaramuzas y vistas las fuerzas de cada grupo,  ambos  bandos retroceden y aparentemente sopesan cada uno sus pasos antes de actuar.
Son claras las ventajas y desventajas de ambos grupos, para las fuerzas especiales  el zorrillo no tenia mayor efecto, ya que el viento del mar se llevaba rápidamente los gases y estos no afectaban a nadie, pues las personas estaban mas bien lejos del piedraplen y lejos del la trayectoria de los gases y los pescadores tampoco eran afectados pues en sus lanchas no hay problemas. Tampoco resultaba el lanzamiento de bombas lacrimógenas,  pues estas caían al agua y era demasiado grotesco e inmoral tirarlas directamente sobre las embarcaciones y aunque pese al repudio de toda la población congregada, aun así lo hicieron, esto tampoco dio mayores resultados porque rápidamente con una patada la lacrimógena terminaba en el agua. Por otra parte los pescadores se dieron cuenta que no contaban con elementos apropiados para responder la provocación de las fuerzas especiales. Pues no tenían proyectiles apropiados como huevos, frutas u otro elemento no contundente, y de los contundentes había piedras pero si eran muy grandes no llegaban al piedraplen y si muy pequeñas no servían de nada. Además se necesitaba abastecimiento de comestibles y bebestibles, por lo que una posta de botes o chatas de desembarcos, (de no mas de 1.5 mts.) se veían escurriéndose como ratones por entre las embarcaciones.
            Luego de usadas varias de las estrategias y visto el poco efecto causado, los ánimos se calmaban y cuando todo volvía a la calma y la gente comenzaba a retomar su quehacer cotidiano, entonces provocativamente, los vehículos de fuerzas especiales junto a piquetes de ellos se desplazaban de un lado a otro del piedraplen, entonces comenzaba la rechifla y comenzaban llover los proyectiles sobre el piedraplen. Se detenían en uno de sus lados y nuevamente los Calbucano comenzaban a circular, manifestando su apoyo a los pescadores  y seguros de no recibir  ninguna agresión, pues acá todos nos conocemos. Pero cuando todo parecía normal, nuevamente estas fuerzas especiales pasaban por sobre el piedraplen repitiendo la maniobra, en una clara  manifestación de molestar y provocar, como para justificar su presencia, pues sin ellos, estas protestas aunque duras son manifestaciones de amigos que mas parecen horas de relajo que de protesta dura por mejores reivindicaciones, tanto así que en una protesta pasada, nada podía pasar por el piedraplen, “solo el camión de la cerveza”, eso si no podía haber desabastecimiento…indudablemente que nos dimos cuenta que las “fuerzas especiales” son especiales para provocar y armar jaleos donde no las hay, y son sus intervenciones las que gatillan los desmanes y los desmadres de una protestas. Nuestros carabineros, los carabineros de Calbuco, miraban muchos de ellos incrédulos de cómo se manejaban sus “coleguitas” de las fuerzas especiales.
            Lo que nunca nadie supo o al menos solo un reducido grupo de vecinos que se mostraban terriblemente angustiados y preocupados, era que las fuerzas especiales  no siguieran provocando mayormente a los pescadores, sobretodo a los que tenían amarrados poderosas lanchas en postes de luz sobre el piedraplen, pues ellos sabían que tirando y desestabilizando un poste y una piedra, la terrible presión del agua que se ejerce sobre el piedraplen borraría de una plumada  esta mole y la mayor desgracia se cerniría sobre Calbuco dejándola inmediatamente aislado y desconectado del continente, sin luz ni agua, y seguramente con muchas perdidas de vidas humanas.

            Las “fuerzas especiales” ,desconocedoras seguramente de esta terrible realidad, no encontraron nada mejor que provocar a los pescadores y al pueblo reunido, y para ello cada cierto tiempo pasaban de un lado a otro del piedraplen, con un carrao blindado y un grupo de fuerzas, solo `para que  sean pifiados y repudiados por los pescadores haciéndose acreedores de una lluvia de proyectiles, como buscando encontrar en estas protestas una justificación para actuar con mayor  rudeza, haciendo uso de su fuerza, de su superioridad, de sus armas, observe por mucho rato este irracional comportamiento y me pareció ver que estas “fuerzas especiales” no encajaban en ésta toma y en esta protesta, y que su labor no era precisamente mantener el orden o proteger a los civiles o al pueblo no pescador y que era mero observador de los acontecimientos, sino que por el contrario,  eran los que precisamente provocaban para que esto se saliera de su cause y se transforme en otra cosa  que sea noticia nacional, que justifique su actuar y del que los trajo hasta este rincón tan apartado, donde no solo son pescadores los que protestan, sino que todos sus habitantes. Creo que también este fue un mal cálculo que nunca hizo estas fuerzas especiales. Pues de los miles de ojos que observaban desde todos los rincones y de todos los cerros. Son todos una  familia, la familia de los pescadores.

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