jueves, 5 de marzo de 2015

FOLKLOR EN EL CAMPO

El folklor siempre ha estado ligado  al campo, a lo rural, a las costumbres de los campesinos,  o de los grupos aborígenes ligados a lo rural, aunque hay muchísimo folklor urbano, este difícilmente se reconoce como folclórico, aunque últimamente se esta tomando conciencia de este folklor urbano.
            Ahora dentro del folklor campesino, o rural hay como dos partes,  una que tiene que ver con la faena campesina, la que por situaciones particulares, toma cierta característica en su forma de realizarla y la que con el tiempo y ya superada por la tecnología, se vuelve una muestra  folklórica, ej., “trilla a yegua”, “aserrar a brazo”, etc.  La otra corriente viene de la forma ancestral, la que no varia mucho, pese a la tecnología, esto porque al usar tecnología en un producto ancestral, este producto ya no se reconoce como tal, aunque el resultado seas idéntico, ej.: una “chuchoca de papas” para que sea chuchoca hay que cocerlo adherida a un palo y a las brazas, la misma maza puesta en un horno de piedra para pizas, podría lograr el mismo resultado, pero difícilmente podríamos llamarla chuchoca, de aquí la diferencia ancestral del “curanto al hoyo” y “curanto a la  olla” ,  para muchos el curanto chilote es solo el que se cocina “al hoyo”, el que se cocina a la hoya es un  “pulmay”, aunque el pulmay tiene otro concepto, pero para muchos el curanto a la olla no pasa de ser un pulmay con agregados.
            Hubo un tiempo por allá por los años 60, cuando se produjo una gran emigración  del campo a las ciudades, pero esta migración no solo tenia que ver con un movimiento de personas, sino que además con un recambio de tradiciones campesinas, con un deseo imparable de asimilar costumbres urbanas en nuestros campos, de usar su tecnología,  sus adelantos, sus modas, sus recursos, entonces se usa la cocina a leña, la radio receptora, los zapatos y zapatillas, la mantequilla del pueblo, el pan de pueblo , etc. Muchos abandonan costumbres ancestrales y se reemplaza por costumbres urbanas, desaparece el caldero, por ejemplo, la media de lana, la ojota, la trilladora a brazos, el serruchón y tantos otras cosas que fueron reemplazadas o tomadas de otra fuente, como por ejemplo  la harina tostada,  se dejo de hacer en el campo, ahora la compramos a un molino, pero nunca el campesino a renunciado a la harina tostada.

            Recuerdo que por aquellos años se vivía un desapego muy grande al campo y hubo que inventar formulas para que los campesinos no abandonen la tierra, para valorar no solo su trabajo, sino que vuelvan a apreciar la tierra, sus costumbres y tradiciones, surgen por esa época o toman un lugar protagónico, movimientos y organizaciones,  como la reforma agraria, la CORA,  el INDAP, el INPRU, el IER y tantos otros que quisieron devolverle la dignidad al campesino, yo estuve ligado al IER, instituto de educación rural, una organización de iglesia que se preocupaba de revalorizar las faenas campesinas ancestrales actualizándolas o mejorando algunas condiciones técnicas o higiénicas, es así como se dictaban cursos cortos de ganadería, fruticultura, sanidad animal, poda, telar, teñido de lanas, cestería, mermeladas, conservas, etc. Para ello se visitaban algunos lugares  y se dictaba un curso de acuerdo a lo mas arraigado del lugar,  apicultura, almácigos, huertos caseros, etc. El IER en conjunto con INDAP, comenzaron por esos años  a hacer lo que llamaron los “festivales campesinos”, los que después de un curso o un programa terminado, se hacia un día de campo, donde se mostraba lo aprendido, pero también se mostraban costumbres y tradiciones antiguas, tecnología y maquinaria ya en desuso y sus nuevos reemplazos, todo esto acompañado por música y bailes o representaciones de los mismos participantes, los que en forma jocosa comenzaron a rescatar sus propias tradiciones y mostrarlas a quienes quisieran verlas, este fue el verdadero inicio de lo que hoy son los ya tan populares y conocidas “MUESTRAS COSTUMBRISTAS”  donde quizás la mas antigua y de mejor desarrollo ha sido la  muestra costumbrista de Castro.

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