martes, 2 de junio de 2009

CARABINEROS DU CHILI.


ETELVINO AGUILA OJEDA


Hablar de Carabineros no es fácil, saltan a la memoria tantos hechos y episodios que es difícil poder seleccionar algunos para hacer una crónica certera, justa, equilibrada, razonable y medianamente aceptable, pero como Carabineros de Chile celebra su aniversario tratare de hacer buenos recuerdos.
Es indudable que en Chile la institución armada más cercana a la gente es Carabineros, y no solo como institución armada, si lo comparamos incluso con organizaciones sociales comunes, nos podemos dar cuenta que carabineros son más cercanos que muchas instituciones y organizaciones que nacen como expresión del mismo pueblo. Yo recuerdo un momento muy especial, en el primer desfile de fiestas patrias después de recuperada la democracia, estando en el campo de martes de Puerto Montt, como siempre con una costanera atestada de espectadores, al desfilar las fuerzas armadas, el comportamiento era normal, pero al llegar al cierre del desfile que siempre lo hace carabineros, comienza un aplauso cerrado que va creciendo en intensidad y el pueblo espontáneamente manifiesta a carabineros su aprecio y esto se refleja en los rostros de los que desfilan, quienes henchidos el pecho y regocijados por la emoción muchos con lagrimas en los ojos pasan mas gallardos que nunca frente a este pueblo que lo quiere, lo respeta y le perdona sus errores.
Pero quien no tiene un pariente Carabinero, un amigo, un conocido, un colega, un hombre o mujer carabinero que comparte tus mismas aspiraciones, preocupaciones y distracciones.
Recuerdo que en mi pueblo carabineros tenia que ser “obligatoriamente” de un club deportivo del cual formé parte, carabinero nuevo que llegaba, antes que tenga donde dormir, ya estaba inscrito en los registros del club, normalmente los tenientes eran entrenadores y juegues o no juegues, allí tenias que estar. Recuerdo a varios pero uno muy cercano fue el escribiente de carabineros Fuentealba quien fue un gran entrenador logrando varios campeonatos locales. Pero siendo niño, conocí por primera vez un arpa, y la fascinación provocada por el arpa y guitarra de los hermanos meza, ambos carabineros, creo que fue lo que gatillo mi amor por la música folclórica. Recuerdo por ese tiempo otro gran amigo que pintaba al óleo, maravillosos paisajes que llegaban a muchas exposiciones en colegios y humildes salas de nuestros pequeños pueblos, no recuerdo su apellido, era algo así como Duran (es que uno se embelesaba en el paisaje y no miraba la firma de cuadro)Pero si de recuerdos se trata como no recordar a nuestro gran amigo Rojas, Practicante de Carabineros (en aquellos tiempos el practicante era lo mismo que decir doctor de carabineros) cuanto nos aportó este hombre, a cuantos habría tratado y curado, para el no habia día ni descanso, todo el que lo necesitaba estaba siempre disponible. La gente acudía mas a él que el hospital de mi pueblo. Y como no recordar al Sargento Marenga Muñoz, que entre caballos, fragua y herraduras, siempre habia una gran dosis de bondad para quien lo requiriera, al sargento Retamal un hombre integro y sincero, un hombre donde se podía tener y depositar absoluta confianza, que dejaba la gorra y el terciado y lo cambiaba por traje de huaso y caballo al cinto o el ya lejano cabo Almonacid, terror de los niños, pues no podía ver a un niño o joven en la calle que no lo tomara de un ala y a la escuela, el no aceptaba explicaciones, las explicaciones habia que dárselas al profesor. Gracias a él muchos hoy son hombres de bien. Sin embargo se comenta que este hombre nunca detuvo a nadie y si alguna vez lo hizo solo fue para proteger a alguien que se veía seriamente amenazado. Cuantos recuerdos en realidad se avalanchan a mi mente, también algunos no tan felices, como esa pareja de carabineros que llego a un rincón perdido del campo tras unos abigeatos, y que con muy poca amabilidad impecablemente montados, carabina en mano sacan a toda la familia de la casa para poder hacer una inspección ocular y luego “hasta luego nomás”, o cuando me detuvieron tres horas en un calabozo (gracias a Dios es la única vez que he estado en uno) por haber saludado a un detenido y decirle una broma que no le gusto al cabo de guardia. Pero no hagamos recuerdos tristes, mejor es recordar a nuestro amigo Ellis, que entre cura y carabinero, tomó ambas opciones y termino siendo capellán, o mi pariente Castillo que como peluquero una vez jubilado instala su propia peluquería y a todos los cabros que pelucaba le pasaba un montón de revistas para que elijan el mejor corte, y una vez elegido, el hacia su obra maestra “corte a lo paco”, total ya cortado no habia remedio y habia que pagar nomás...
A propósito recuerdo el caso del Teniente Merino Correa y su gente en Laguna del desierto, creo firmemente que Chile no ha hecho justicia en este hombre, no muchos conocen su historia, las circunstancias, los hechos, este carabinero fue mas que un héroe, su nombre debería estar escrito con letras muy grandes en cada rincón de la patria. Hasta hoy creo que ha recibido el pago de Chile, ojalá carabineros algún día logre ponerlo en el sitial que se merece junto a los grandes de la historia. En fin podríamos tener muchas historias, muchos mas nombres y muchas mas vivencias extraordinarias de carabineros, pero solo quiero agregar que estos hombres son tan cercanos a nosotros que forman parte de nuestro propio identidad y aunque siempre queremos mantenerlos a prudente distancia, ellos están cada día mas cerca nuestro. Por eso es justo un saludo en su aniversario.

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