lunes, 1 de junio de 2009

EL DISCO PARE:


Por Etelvino Aguila Ojeda

Si somos chóferes sabemos que tenemos que respetar la señalización, no solo porque nos pueden sacar un parte por no cumplir con la ley, sino que porque sabemos que la señalización esta colocada para facilitar nuestro transito, para indicarnos el camino, apara advertirnos del estado de la ruta, etc. Si nos guiamos por las señales del transito, nuestra ruta será más fácil, podremos sortear mejor los obstáculos, desplazarnos con mas facilidad, llegar a nuestro destino, las señales nunca están puestas para entorpecer la ruta del conductor,
Si yo voy en un móvil, soy yo el dueño y señor de la ruta, solo depende de mí si respeto a no los signos carreteros, si el letrero dice “velocidad sugerida 30 K/H” y yo quiero ir a 100 K/H , es cosa mía, si el letrero dice “doble a la derecha” y yo quiero doblar a la izquierda es cosa mía. Yo soy total y absolutamente libre de manjar mi móvil, por donde yo quiera y como yo quiera, eso si tengo que hacerme responsable o asumir las consecuencias de mis actos.
Si en una esquina hay un signo “PARE” y yo paso todos los días por allí, puede que cada vez que llegue a la esquina no venga ningún vehículo en sentido contrario, y si me hubiese detenido o no, no hubiese hecho la diferencia. Esto quizás se torne en rutina, pero un día, el día menos pensado y menos esperado pasé descuidadamente el signo pare, y aunque tuve conciencia del disco, pero como nunca pasa nada no me detuve y seguí mi ruta, pero justo en ese momento, en ese día, en esa instante tenia que venir un camión en sentido contrario produciendo la mas horrible de la colisiones. Justo en este momento cuando ya no hay vuelta atrás comienzan todas mis recriminaciones, si, porque no me detuve, porque no lo respete, pero si siempre lo hacia, pero si nunca pasaba nadie por allí, etc.
Así es la vida del cristiano, tenemos muchos letreros, muchos signos en nuestra vía, muchas señales de nuestro transito, pero tenemos libertad, libertad de seguirlas, de respetarlas, de creerlas, de no abandonarlas, de ser fiel, de quererlas como verdaderas señales que nos facilitan la vida y no como obstáculos en nuestra existencia. Muchas veces nos quejamos de lo opresiva y de lo exigente que es la iglesia, de lo tanto que nos manda y de lo otro tanto que nos recomienda. Sin embargo esto es solo una visión parcial de la iglesia, la iglesia es otra cosa, es los mas liberadora, es la que hace al hombre y la mujer libre he iguales en todo momento de su existencia. Solo nos muestra mas señales, mas signos camineros, para que nuestro peregrinar por esta vida sea plena, libre, en que todo depende de nuestra voluntad. Dios nos da las herramientas, nos da la facultad, nos da la inteligencia, nos da la razón, nos da el corazón para que nosotros tomemos nuestras decisiones, solo nosotros somos los que debemos determinar si en el siguiente signo “pare” nos detenemos o lo pasamos de largo.
El día primero de noviembre es el día de “Todos los santos”, el día dos es el de los fieles difuntos, hay una pequeña diferencia, los santos son los que están en presencia de Dios, quizás ese papá, o esa mamá que era tan buena sea “un santo” y Dios y la Iglesia se alegra y lo celebra el día primero, pero si no lo es , puede ser un fiel difunto, que con nuestro recuerdo y con nuestra oración puede llegar también a la santidad, pero quizás sea uno de esos que nunca respeto un signo “pare” y este condenado para siempre. Por todos ellos celebramos estos dos días especiales, total el que esta condenado nada podemos hacer por el, pero por todos esos que respetaron los signos y señales que le dio la vida, los signos y señales que le mostró la iglesia, vale la pena de alegrarse y celebrar porque algún día nos encontraremos en la resurrección de los muertos. Mientras tanto seguiré respetando mis signos “pare” ¿y usted?

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